jueves, 30 de julio de 2009

como siempre el dinero es un problema y sobre todo el obtenerlo.

con Aa supuestamente estoy vendiendo sus mdmas pero en realidad me dan mas ganas de comermelos yo que venderlos y al unico que le he vendido es a mi primo.

he salido con mi prima el miercoles pasado tras quedarme en la casa de jc el martes.

y otro punto para este post multitemas. tengo que ser menos hostil con no solo jc si no que con la demas gente.

manana una cita en el oculista y ps hyeva!

martes, 28 de julio de 2009

muchos cambios y pocas actualizaciones.

sip. he pasado por muchos cambios ultimamente, Y cuando no? jejejeje cierto, siempre estoy en cambios....

por que veamos, el viernes pasado "me sali de NCO" y una noche de pelis con mi tia y prima, me vi con Jc en la u, el sabado me levante con gripe, calentura y bien enfermo y me senti bien nada mas por un md que me tome durante el dia.
y al igual q el domingo una md total y completamente esnifada jejeje.

y no pude dormir toda la noche casi.

y el lunes, iintente ir a ver nuevas ofertas de trabajo pero pss los horarios no me convienen,

ya hoy queria ir a ver a acs pero creo que mi estado de salud no es el mas apropiado para una entrevista de trabajo.

y el domingo pasado ademas fue el cumple de mi tia, la tengo que llevar a comer sushi posiblemente el otro lunes.

te ha pasado que... cual era su nombre?

viernes, 17 de julio de 2009

High-Maintenance people


Y refiriendome a las personas de "mantenimiento caro" me he dado cuenta que soy una de ellas por que aunque a la vez que soy algo humilde para ciertas cosas tambien soy demasiado exigente para otras como lo son, lugares para salir, articulos de tecnologia varios, servicios de comunicacion, etc.

lo cual seria considerado para varias personas CAQUERO, y es cierto, al menos no soy como otras personas ya que de lo que "caquereo" es cosas que valen de verdad la pena ser caquereadas.

y si tengo de que, n o como otras que no tienen nada y se creen la gran Sh$T, y el hecho solo de escribir y decir esto ya es algo arrogante y caquero de mi parte ya que aunque me duela admitirlo asi soy.

y es cierto por que talvez sera por capricho o no lo se en realidad por que razon pero soy bastante exigente para ciertas cosas y aspectos en los cuales una persona promedio no exigiria mas o se conformaria, siempre quiero que las cosas se hagan a mi manera, como yo digo cuando yo digo y de la forma exacta que quiero.
lo cual me he dado cuenta puede llegar a molestar a otras personas.

pero basta de autoanalizarme, el punto es que yo se que soy de mantenimiento caro y por lo cual soy materialista y superficial a la vez lo cual me hace desear mas dinero y cosas afines ...


y de nuevo en track

pss despues de muchos incidentes con mia, jc, L, mi primo, prima, fam y amigos.

unas cuantas fiestas por ak, pederas por alla, encuentros con L y JC y unas cuantas manipulaciones y mentiras entre todo el gran rollo de lo que es mi vida, vuelvo a escribir.

sali el viernes pasado con L y me encontro JC con el, se armo el clavo y me reconcilie con Jc, sali nuevamente este lunes a ver harry potter.

problemas con Jc pero al fin ayer cumplimos 2 años y un mes, y la verdad lo amo mas que a mi propia vida y hare todo lo posible por que sea feliz y darle todo mi amor.

han habido cambios drasticos en mi vida.
me he hecho demasiado daño a mi mismo y a los demas ultimamente y en especial a JC, y no es por que quiera, si no que por que cuando siento ya lo lastime y no es en realidad lo que quiero hacer.

a veces hago cosas que nada tienen que ver con lo que deberia de hacer y que terminan lastimando no solo a el si no al resto de personas que me rodean.

lo pero es que no me dejo de ....
me muero por L
y lastimo a todos los demas en especial a Jc, a quien en realidad es quien mas feliz debo hacer.

no se que me paso en realidad, me volvi una persona demasiado mala y me gusta que es lo peor.

quisiera poder ser una buena o mejor persona.

actualizando del call, pss ya termine training y la otra seria mi ultima semana como de refuerzo de tcc.

jueves, 16 de julio de 2009

otra historia mas de mi tio... (exelente)

Extraño mi primer trompo.

Como extraño el primer beso que te dí, o el primer café que tomamos juntos en la pupusería Maya que dejo de existir hace unos años, sobre la primera avenida estaba, cabal en la esquina con la 12 calle, reuní todos mis ahorros para llevarte a refaccionar y con dos Quetzales ese día fui feliz.

Salía todas las tardes hasta la malla de alambre que separaba mi casa de los patojos malcriados de mi calle (a decir de mi mamá) y allí estaba Fito con el trompo mas grande de todos, y también su hermano, y el tuzo, y Leonel, y el bochi, que aun no podía jugar trompos. Yo los observaba y deseaba un trompo que no tenía, quería salir a bailar trompos y jugar a las carreras de tapitas hasta la esquina ida y vuelta, y ganar por la pura gana de ganar. Los patojos malcriados de mi calle no apostaban aún, jugaban solo para que por el resto de la tarde se dijera por toda la cuadra el nombre del que había ganado a los trompos, quien lo había “bailado” mejor, ese era el honor ganado. No podía salir de mi casa, era una regla tácita o al menos así la entendía, y me conformaba con ver a todos mis vecinos jugar, y a las vecinas sentarse en la banqueta expectantes de la carrera de tapitas, allí estaba “la guanaca” y la mamá de la Patricia (la compañera precoz de la Chena ) y doña Mila que murió aplastada como mosca cuando en pleno temblor del terremoto del ´76 prefirió que dijeran “aquí murió” y en lugar de decir “patas pa´que te quiero” decidió arrodillarse frente al crucifijo de la pared y rezar su última Salve, quedó besando crucifijo y pared porque si la imagen era grande mas grande y pesada era la pared que le cayó encima. Se reunían las vecinas para servir también de árbitros porque siempre los mas grandes querían aprovecharse de los mas pequeños.

Te tomé de la mano y nos fuimos a refaccionar, y ese día dejé de tomar café “ralo” y empezó a gustarme el café espeso porque así nos lo sirvieron, y fue el café mas feliz que tomé en mi vida, y me gustó porque cada vez que sorbía un poco sentía el olor de tu perfume, un olor que aún hoy suelo sentir de vez en cuando. Hablamos de estudios y de clases, ¿de qué mas podrían hablar en aquel tiempo dos patojos de 14 años? Era un lugar bonito, casero y acogedor, aparte que era el único que podía pagar, macdonalds o burger shop eran inalcanzables para mi presupuesto, estaba decorado con telas típicas, y había en la entrada un gran calendario maya, El Tzolkin. Nos sentamos frente a frente y me encantaba ver la cascada de tu cabello eternamente negro caer casi a tus rodillas, te observaba igual que cuando miraba ver jugar a los trompos, casi inalcanzable, casi. Aún llevabas el uniforme del colegio, el Teresa de Ávila, y aquella blusa blanca resaltaba tanto el gris de tus pupilas, de qué color estarán hoy tus ojos? Reímos de todo y de todos, hicimos planes, volveríamos a salir juntos, y te pasaría a traer todos los días a la salida del colegio. Solo faltaba hacerte la pregunta, pero solo de pensarlo me empezaban a aplaudir las rodillas, sin embargo algo muy dentro de mí me decía que tú también eras feliz. Y cobardemente callé ese día.

Guillermo (mi hermano) me encontró viendo jugar a los patojos de la calle trompos, me tomó del hombro y me dijo que los trompos se encontraban enterrados en los jardines de las casas, y que si yo quería un trompo debía buscar en el jardín de atrás por los rosales de nuestra madre. Yo no creía, sabía que los trompos se compraban donde doña Angelita y que eran caros. Pero la duda mató al gato y al otro día me di a la tarea de buscar un trompo que debía estar en el jardín de mi casa, no lo encontré. Esa tarde me perdí la carrera de trompos.

Salía del instituto y corría hasta tu colegio, me encantaba verte sentada en las gradas de La Parroquia esperándome que llegara. Tu hermana, cómplice, desaparecía por arte de magia solo al verme llegar y volvía aparecer siempre a una cuadra de tu casa y siempre por arte de magia. Yo bailaba de alegría…..que de alegría, de pura felicidad ………y parecía trompo. Un día decidí hacerlo, no, un día me atreví a hacerlo y te hice la pregunta, bueno, la media pregunta, la boca se me secó y la lengua se quedaba pegada al cielo de mi boca, te veía lejana muy lejana teniéndote a solo centímetros, mis palabras resonaban lejanas, muy lejanas, todos los sonidos de los vehículos de la calzada se apagaron, no sentía el cuerpo y tuve que aferrarme a tu mirada y a tu mano para no caer al suelo producto de tanta emoción, o cobardía. Tal vez al verme tan mal no me dejaste terminar la pregunta te apiadaste de mi tortura y frente de plena Ferrogua (una ferretería en la calzada José Milla) a plena luz del día de un 19 de febrero te compadeciste de mi sufrimiento y callaste con un beso la mitad de mi pregunta. Teníamos 14 años y yo era feliz.

Le conté a mi hermano Guillermo que no había trompo en nuestro jardín, me dijo que no había buscado bien y que al otro día el buscaría y que si lo encontraba era de él, esa tarde busque antes de que él llegara y lo encontré, cerca de las raíces del guayabal allí estaba, no era nuevo pero era mío entonces olvidé las carreras de trompos porque al fin tenía uno que era mío y solo quería aprender a bailarlo, Alejandro me enseñó a enrollarle “la Pita” y a tirarlo, esa tarde no logré que diera pero ni media vuelta, pero pronto fui un experto, y jugaba mis propias carreras de tapitas en el patio de la casa. El trompo que encontré era uno que enterró mi hermano en el jardín de la casa, tal vez ya no se acuerde, era uno que tenía guardado y que nunca supe como adquirió, porque el que a él le había regalo mi papá se había quemado en un incendio de juguetes de triste recordación donde la mano piromaniaca no era otra que la de mi madre. Se quemaron juguetes que yo nunca conocí pero aún jugué con algunos sobrevivientes, un capirucho que también había fabricado mi papá para llemo de color negro, y dos pistolas de fulminantes, cromadas y con un apache en las cachas. No sé quien las tenga. Fui muy feliz con mi trompo, aprendí a bailarlo en mi mano y mas de alguna vez “zumbó”. Entonces olvidé las carreras de tapitas y hasta mi primo Tono llegó a jugar con mi trompo nuevo. Me dio mucha felicidad mi trompo, y todas las noches lo guardaba en una caja de cartón que ponía bajo mi cama.

Te conté miles de cosas, y bailaba de alegría al saberte mi novia, cada día intercambiábamos cartas escritas la noche anterior, y yo las iba guardando una por una en estricto orden cronológico, tus besos fueron los más dulces que pude haber recibido, y también los más inocentes, aprendí a tomarte de la mano y caminar así toda la calzada, jugaba con tu cabello eternamente largo, y aprendí a encontrar en tu mirada las respuestas a todas mis preguntas, aprendí de tus silencios y de las miradas que hablan, aprendí a darte mi corazón en cada beso y desbordar mis emociones en cada Te Quiero. Me dio mucha felicidad Silvia Nohemí mi primera novia, y todas las noches dormía con su recuerdo bajo mi almohada.

Mi trompo lo perdí el mismo día que Doña Mila rezaba su última salve, se quedó enterrado en su caja bajo una pared del cuarto grande y no volví a encontrarlo.

Y a ti te perdí después 8 meses de felicidad, un día negro tuve que dejarte enterrada en una caja, bajo una sombra distante de un ciprés en “los cipreses”, y nunca más volví a encontrarte.

San Pedro Sula

2009